1. Lava a Mano para un Cuidado Especial: La clave para mantener la calidad de los materiales reflejantes es lavar tu chaleco a mano. Utiliza agua tibia y un detergente suave para una limpieza efectiva sin dañar la prenda.
2. Voltea la Prenda para Proteger los Detalles Reflejantes: Antes de sumergir el chaleco, dale la vuelta. Así protegerás los detalles reflejantes, fundamentales para tu visibilidad en la oscuridad.
3. Evita Retorcer o Remojar: Al manipular el chaleco, evita retorcerlo o dejarlo en remojo por mucho tiempo. Esto ayuda a mantener su forma y la eficacia del material reflejante.
4. Usa Jabón Líquido para un Cuidado Delicado: Prefiere jabón líquido en lugar de detergentes fuertes. Esto asegurará una limpieza efectiva sin dañar las propiedades reflejantes del chaleco.
5. No Planches para Conservar la Reflectividad: Evita planchar la prenda. Las altas temperaturas pueden dañar los elementos reflejantes, afectando su capacidad para resaltar en condiciones de poca luz.
6. Seca a la Sombra para un Resultado Óptimo: Después del lavado, seca el chaleco a la sombra. Evita la exposición directa al sol, ya que esto puede afectar la calidad de los materiales y el color de la prenda.
NO MEZCLAR TU CHALECO DE SEGURIDAD CON MÁS ROPA, ADEMÁS ES IMPORTANTE RECALCAR EL NO METER TU CHALECO A LA LAVADORA.

